miércoles, 11 de noviembre de 2009

Mi despertar...

Oigo el despertador. Lo primero que me viene a la cabeza es que una vez más me tengo que levantar. Paso los cinco minutos de rigor luchando contra ese pegamento que tienen mi almohada y me pongo en pie. De repente me viene a la cabeza que quizá no sea una vez más que me he levantado, sino una vez menos que me queda por levantarme.

Sin darle mayor importancia me dirijo con los ojos medio cerrados a la cafetera. Espero que se se ponga en verde el botón. Lo apretó y me digo a mi mismo, un café más. Mientras sale, me dirijo al frigorífico y saco la leche. Apago la cafetera rocío mi café con un poco de leche fría mientras me viene a la cabeza que me quizá no sea un café más, sino un café menos de lo que me queda por tomar durante el día. Sin probar sorbo alguno, me pongo delante del ordenador y empiezo a leer los periódicos digitales del día. Empiezo a tomar el primer sorbo y empiezo lentamente a abrir un ojo. Tengo la rara constumbre de pasearme con un ojo cerrado durante más de 30 minutos. Quizá sea que una parte de mi aún no se ha despertado.

Empiezo a estar más despejado cuando mi pantalla se llena de estadísticas de los resultados de la Nba de la pasada madrugada. Ya hace quizá 30 minutos que estoy en pie. Sin perder ojo a la pantalla enciendo un cigarrillo más, pero en el fondo es un cigarrillo menos de los que me quedan por fumar. Acabo el cigarro y me meto en la ducha. Me visto y estoy listo para empezar un día más.

En el fondo no estoy empezando un día mas, sino un día menos. Cuantos días me quedan? Cómo los tenemos que contar?.. Quizá me queden 10.000 cigarrillos por fumar en mi vida , y cada vez que enciendo uno, no es uno más , sino es uno menos de lo que me quedan por fumar.

Así que mañana cuando me levante no será un día más , será un día menos de los que me quedan. Si todos disfrutásemos la vida sabiendo que cada cosa es una menos quizá valoraríamos más lo que tenemos.

Anexo.- Hoy es sábado. Enciendo el televisor y sale un muerto por por atentado. Me corre un escalofrío por el cuerpo. Soy optimista y pienso ojalá fuese uno menos. Pero realmente tendría que ser el último.

6 comentarios:

  1. Qué suerte tienes, Homero, de poder levantarte y tomar el café leyendo la prensa, claro está que cuando tus ojos te lo permiten! Yo cuando suena el despertador, salgo pitando porque siempre voy con el tiempo justo.;D.

    En cuanto a si es un café más o menos, un día más o menos, por circunstancias personales recientes he aprendido que hay que vivir en positivo por lo que prefiero pensar que es un día más que he vivido o me queda por vivir, un café más que voy a disfrutar, etc.

    Un saludo y enhorabuena por tu blog.

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  2. no es cosa de más o de menos, es cuestión de calidad. no me quieras mucho, quiereme bien. no te fumes un pitillo más deprisa y corriendo, saborea su nicotina y su alquitrán como si lamieras los talones de un voluntario del chapapote. 'viscoso pero sabroso', no? mi profesión es la de pesimista del gobierno. si, siempre veo la botella medio vacía. de agua o de aire, pero siempre medio vacía. supongo que por eso, cuando me meto en la cama, pienso hacia mis adentros aquello de: por fín, uno menos.

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  3. Las botellas siempre están medio vacías porque tendemos a orientar nuestra felicidad en quien las llena o se las bebe enteras. Craso error. Controla tú la botella o el vaso o lo que quiera que signifique la metáfora. Levántate cada mañana con la intención de llenarla de pequeñas cosas que te aceleren el corazón. Y si no lo consigues....mañana será otro día más ¿o era menos?

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  4. Lo mejor que he leido en este blog. enhorabuena

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  5. Yo tengo la mala costumbre de pensar....venga un días más!prefiero pensar en el camino que llevo y no en el camino que me queda para el final...ya sabes, miedos internos!

    mmmm ¿ Cuántos cafés te tomas la día rey? porque en tu caso son 7 cafes al día menos...xD

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  6. Pesimistas y suicidas en diferido, pasead libremente por la cornisa de la esperanza. Lo más bonito del salto al vacío es morir al estrellarse con el suelo y no en el intento. Ponedle fecha y hora a vuestra muerte y dejad de hacerlo un poco cada día.

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